
A veces el pis huele a quicos. Tú estás allí, meando, y empiezas a oler algo que te resulta familiar y que en menos de un segundo identificas como olor a quicos. Es como cuando vas por la calle y te giras para buscar quién se está poniendo las botas con una bolsa de quicos sólo que, en el baño estás sólo. Tú y tus cosas. Y de repente te llega ese olor. Y en seguida comprendes que es tu micción, tu orina, tu pipí lo que lo desprende. Y es estraño porque es agradable,incluso podría apetecerte pero... ¡es asqueroso! Y después de borrarte ese pensamiento repugnante de la mente y mientras te deshaces de ese líquido por hoy contradictorio te das cuenta de que en todo el día no has comido quicos y te preguntas: ¿Cuando coma quicos, a qué olerá mi pis?
Anonimo Forcada